lunes, 27 de febrero de 2012

Un poco de calma y aliento en las entrañas


Y si yo pudiera disfrutar de todo. 
Del ruido que hace la cerveza cuando la destapas o de cómo se te arrugan los pantalones al bajarlos. Del principio de esa canción y de la voz desgarrada de las cuerdas vocales de ese humano. De cómo suenan las palmas de las manos de mucha gente juntándolas a la vez. Del aire removiéndote el pelo. De las hormigas que, de repente, se cuelan en tu pierna derecha cuando a ésta le da por dormir. De lo áspero de la lana negra de tu chaqueta y del jodido contraste del pañuelo negro en tu piel color piel. De cómo el vino coge la forma de las copas que compraste y luego, más tarde, que el mismo líquido sea de la misma forma que tu estómago. De cómo suena un beso. De cómo baila tu lengua en mis pezones. De tu nombre escrito en un folio sucio que andaba por allí. De cómo inclino mi cuerpo sobre tacones de vértigo. De todos los nombres en los que se convierte el sol cuando te roza las pupilas, las arrugas, de lo que le hace a las flores, al asfalto, al agua congelada. 
Si yo pudiera disfrutar de todo, la puta vida sería un continuo circo. Y yo, yo parte del decorado, actor principal, espectador sorpresa y creador de escenas inéditas. 
Pura magia, verdad?

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