sábado, 24 de septiembre de 2011

La gratitud no envejece

Hace poco estaba en una terraza tomando una cerveza y leyendo el periódico, pronto llegó un motero con su cabalgadura, se sentó en la mesa de enfrente. El tío tendría unos 35, perilla, melena y pinta de castigador (lo primero que pensé... Le sacudo, lo meto en un maletero y se lo llevo a nebri que éste seguro que le gusta... Esto es un inciso innecesario, lo sé, pero inevitable). 
A lo que íbamos; El tío se pidió su cerveza, se recogió la melena con una goma y se encendió un cigarrillo. De vez en cuando me miraba de reojo. Pensé: No me jodas que he ligado... En eso que se quita las gafas de sol, se me acerca y me dice: 
Tu estudiabas en Maristas, verdad? 
Secamente le dije sí
Mira, tú no me conoces, me llamo Miguel, cuando estaba en 5º de EGB, al salir de una clase, vi a cuatro chavales de 6º que siempre se metían conmigo, me habían empujado al suelo y mientras que uno estaba sentado encima de mí los otros me robaban lo que llevaba en la mochila, yo estaba llorando de rabia e impotencia. En esas pasaste tú por allí, estabas hablando con un amigo mientras te comías una manzana. Eras de 8º y les sacabas dos cabezas. Te acercaste y les dijiste qué pasa aquí? Tú, payaso, levántate de encima del crío, vosotros, dejad la cartera y lo que habéis cogido. Los críos te vieron y se fueron corriendo, me levantaste del suelo y me preguntaste si estaba bien. Me sequé las lagrimas recomponiéndome. Me pasaste los dedos por los pelos moviéndome la cabeza diciéndome: Si se vuelven a meter contigo búscame por el patio. Te diste la vuelta y seguiste  tu camino, comiéndote la manzana y hablando con tu amigo.  
Me pasé todo ese año buscándote por el recreo, cuando volvías a casa siempre iba detrás, cuando jugabas de portero me sentaba a mirarte. No te puedes hacer una idea de las veces en las que he pensado en aquella mañana y en por qué nunca te di las gracias. Aquel día te convertiste en mi héroe. Siempre he llevado dentro aquello que hiciste por mí. Tenía que decírtelo algún día. Agradecerte aunque fuese con palabras lo que hiciste.

Cuando el motero terminó de hablar me sentí avergonzado, ruborizado y sólo pude decirle que aquello es lo mismo que habría hecho cualquiera, que no era motivo para darme las gracias. 
Insistió en invitarme a la cerveza, me comento que era abogado, que podía llamarlo cuando lo necesitase. Me invitó a sentarme con él y con sus amigas, pero todo había pasado demasiado rápido, me invadía una sensación incómoda, como de vergüenza. Me escudé en una excusa barata para poder marcharme de allí. Él se quedó contándole a su grupo nuestra historia de chavales en apuros. 


Pd. No sé si la historia es apropiada para contarla aquí, no sé si sirve de gesto humano o humanoide. No sé si lo sorprendente es la gratitud sin ánimo de lucro o lo extrañamente incómodos que nos sentimos cuando alguien agradece un gesto propio. Sé que fue algo que me conmovió por lo poco habitual... 


Escrito, contado, narrado, redactado, expresado y compartido por AN

1 comentario:

  1. No sólo es propio contarlo aquí AN, es perfecto contarlo aquí... se trata de traer buenos recuerdos, la sonrisa a los labios y un alivio al alma y con tu relato traes eso y ademas recuerdos de la infancia, con lo cual, es de sobresaliente amigo.

    La gratitud es algo que no expresamos a menudo, nos cuesta hacerlo, a veces porque la humildad ha desaparecido de las cualidades del ser humano y otras pq vivimos en una vida tan rápida y tan cómoda que damos por hecho que las cosas salgan bien, lo damos por rodado y no es así, es muy importante ayudar, pero lo es mas aún saber dar las gracias al igual que siempre he defendido que es importante prestar ayuda pero es mas valiente aún saber pedirla...

    Así quede tu relato como aplauso a esa necesidad de dar las gracias y a esa necesidad de pedir ayuda que nunca deberíamos/debemos perder y claro que si, al gesto mas humanoide de todos los gestos, ayudar sin pedir a cambio...

    Me has sorprendido para bien, te pones pocas veces en serio, pero cuando lo haces, eres reconfortante...repítelo, te sienta bien COYOTE

    Besos de los que encuentran sonrisas

    Minu (resistente)

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